lunes, 26 de julio de 2010

Barcelona



Siguiendo con el viaje, viajamos a Barcelona, una ciudad incierta de la cual sabía muy poco. De donde solo me hiba a guiar de sus excelentes referencias. A mi llegada me encontre con una ciudad donde predominan los contrastes. Bajo un cielo azul y una arquitectura antigua y densa, hay un movimiento constante de personas, cada una distinta a la otra, pero con el mismo interés, vivir la ciudad. Caminar por las calles es un total privilegio, ya que en cada esquina aparecen cosas nuevas.
Al llegar la noche la ciudad se viste de fiesta. Las calles albergan a la gente, quienes buscan tomarse unas copas y degustar de la mejor comida. No importa de donde eres ni quien eres, esta ciudad te acepta y te acoje, hasta tal punto en que te sientes en tu casa.

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